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La inflación en el sector de los eventos

18/5/2023

Tras unos meses de aceleración los precios han frenado, según el dato que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto es una buena noticia a medias, ya que es un dato interanual que compara los precios a misma fecha del año pasado, cuando los precios de la electricidad, el gas y el petróleo se dispararon descontroladamente.

Este reajuste del comportamiento alcista, que da cierto respiro, no significa que los precios bajen, solo que suben menos. Ante esta realidad, la euforia por la vuelta impactante a la presencialidad tras la pandemia no debe ocultar el hecho de que la inflación está siendo un grave lastre en el retorno a la normalidad en el sector de eventos.


La inflación frente a la recuperación de la actividad

Alrededor de un 55% de los proveedores subieron sus precios más del 10% en el 2022, un nivel muy alto (superior a la inflación general). Hay que tener en cuenta que la inflación media de los precios de los proveedores ha sido del 12%. Los precios medios seguirán creciendo por la subida del coste del talento, de la comida y otros costes fijos, por lo que la inflación continuará.

En el sector de los eventos pesan mucho elementos cuyo precio ha subido como la materia prima alimentaria, la energía o la logística. A estos habría que añadir el talento, que hoy en día también cuesta más. Pero, si bien han subido los precios, solo el 48% de los proveedores aseguran no haber podido repercutir la inflación en sus precios, y por tanto, han tenido que bajar sus márgenes. En el mismo sentido apuntan las agencias, afirman no poder repercutir la inflación ante clientes que luchan por contener la inflación.

Esta dificultad de repercutir costes hace ver la fuerza de una empresa o de un sector. En este caso concreto, indica una valoración baja por los clientes del valor específico de los servicios de proveedores o agencias, un mercado demasiado fragmentado, o simplemente una dificultad de diferenciarse.

En todo caso, la voluntad de controlar o acotar esta inflación no es algo que el sector se tome a la ligera. Es algo necesario para que los organizadores de eventos puedan mantener su actividad. Según más del 46% de los organizadores, la inflación de los precios es el principal peligro para la plena vuelta a los eventos.


Márgenes erosionados

Si se pregunta a los proveedores, la queja sobre la bajada de márgenes es frecuente. Casi el 50% afirma que ha bajado sus márgenes, mientras que tan solo un 17% de los encuestados ha notado una mejora de sus márgenes como hubiera sido lógico en un contexto de incremento de la actividad.

Detrás de estos márgenes menores, está la guerra de precios. Tras un momento de clara sobredemanda en 2022, los proveedores han ajustado sus capacidades y, por tanto, tienen menos poder que en la vuelta a los eventos de 2022. Esto da como resultado una guerra mayor de precios que antes de la pandemia y una afectación de los márgenes, según el 45% de los proveedores.

Para adaptarse, entre un 30 y un 40% de los proveedores han optado por cuidar los colchones financieros, reforzar la gestión de riesgos en un panorama que no deja de ser incierto, pedir más prepagos y comprobar más la solvencia financiera. En resumen: un año de fuerte actividad, pero de márgenes erosionados, y una mayor cautela por parte de los diferentes actores.


Ampliación de los servicios

El hecho de integrar más servicios es una tendencia que se ha visto mucho en los últimos meses, especialmente por parte de los espacios. Es un tema delicado en la relación con las agencias, que a menudo ven este tipo de iniciativa como una competencia desleal o una medida que afecta sus márgenes. El 55% de los proveedores declaran ofrecer un servicio más completo, integrando los servicios de otros proveedores complementarios. Es una manera de ampliar márgenes, de permitir eventos con menos tiempo de montaje, de facilitar la organización, etc.



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